Fuimos a comer a M Palermo con mi amigo Tadeo. En otra ocasión habíamos ido a su hermano, Club M Omakase, donde uno es llevado a través de un camino de sabores varios y consignas distintas (ejemplo "La recomendación es que a este roll con rocoto lo coman así como está, sin salsa ni wasabi")Llegué primera, y me senté en una mesa de dos, pregunté si podía sacar fotos y me dijeron que en general no lo aceptaban pero que en este caso sí.
Mientras estaba sola y esperaba, pude ver que M encuadra varias cosas, por un lado está la pescadería que te vende los pescados frescos listos para que vos los uses ( despinados y limpios), está lo que sería la galería de arte, enormes y pequeños cuadros que cubren las paredes curado por Elio Kapziuk, y por último el restaurante.
Tiene la barra de sushi separada de la cocina, y a su vez está separada de la cocina a la vista. Lo primero que uno ve al entrar, es a Ken Skiizu con su ayudante trabajando y creando lo que uno comerá luego. Ken es uno de los dos gerentes, la otra al mando es la sommelier Mariana Torta que armó la carta y lo lleva adelante, los dos formaban parte del ex M de San Telmo.
Además de los vinos elegidos por Mariana, hay tragos de Inés de los Santos que pueden acompañar las tapas o tablas de queso en el happy hour, o los platos y woks.
Llegó Tadeo, y pedimos un menú del mediodía con sushi y sashimi (150) y dos medios rolles distintos.
El menú trae arroz gohan (sin condimentar), tiradito de salmón con salsa de maracuyá y miel en nuestro caso que nos resulto distinto por la dulzura que tiene, luego dos piezas de niguiri de salmón, cuatro piezas de sashimi de salmón, y finalmente elegimos dentro de la opciones el new york roll con philadelfia y apanado individualmente.
Los rolls que elegimos aparte, fueron el roll con queso brie y langostino furai por dentro, y por fuera salmón sopleteado con un gajito de lima, que le genera un gusto ahumado muy especial, y el queso brie le da una cremosidad distinta al philadelfia, me gusta más, admito.
Y el otro roll, lo habíamos probado en Omakase, era con langostino fresco, philadelfia y palta por dentro, y por fuera recubierto de los chips de langostino que venden en el barrio chino y salsa de rocoto (Riquísimo!)
Por más que prefiera a Omakase por la dualidad del restó, la diversión que sea "secreto" y la intimidad que genera, M es una gran opción para comer muy, muy, muy buen sushi nikkei y clásico.
Tiradito con maracuyá
Sashimi y niguiris
Roll con brie
Roll con rocoto
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